Septiembre es uno de los meses del año en que aparecen ciertos «desequilibrios» en la alimentación debido a las celebraciones que unen a nuestro país en torno a las delicias de nuestra gastronomía. Asados, masas y dulces brebajes son una tentación en la que, siendo realistas, de todas maneras vamos a caer. En esta nota hablaremos del justo balance entre pasarlo bien sin afectar nuestra salud.

La primera regla es no limitarse. Si tenemos alimentos «prohibidos», más ganas tendremos de consumirlos. Entonces, deja de pensar en esa empanada y cómela sin culpa, disfrutando lento cada bocado para contribuir a la sensación de saciedad.

Propuesta de menú ideal

El almuerzo debe privilegiar la proteína y las ensaladas con verduras frescas.

El nutricionista del CESFAM Cruz Melo, Juan Catalán, aconseja carnes, que pueden ser rojas o blancas, como pollo y pavo. También se puede incluir cortes menos grasosos del cerdo, como la punta picana y la pulpa. Sobre la preparación de todas estas carnes, el profesional recomienda que sean a la parrilla, pues así se evita la incorporación de aceites. En cuanto a los acompañamientos para la carne, el pebre es el ganador. Se recomienda emulsionarlo con una sola cucharadita de aceite.

¿Y las empanadas? El nutricionista aconseja optar por las de horno en lugar de las fritas y (tratar de) comer una, así como los choripanes, con un número máximo de dos, cuyo consumo se distribuya entre comidas.

El nutricionista enfatiza que estas cantidades dependen de la actividad física: «si una persona no realiza ejercicio constantemente, no debe exagerar el consumo de estas masas o embutidos, pues el aumento de peso ocurrirá. En cambio, las personas que hacen ejercicio más constante pueden, quizás, comer un poco más»

¿Y el alcohol? Procura preferir el vino por sobre la cerveza y otros destilados, debido a que el vino contiene antioxidantes. Si tienes diabetes, no te recomendamos tomar terremoto, pues la combinación de helado y granadina te puede traer problemas.

Hidrátese, por favor
Cuando participas en celebraciones festivas, es fácil olvidarse de beber suficiente agua. Sin embargo, mantenerse hidratado es fundamental para tu salud y bienestar.  

«Nosotros preferimos aconsejar que el consumo de agua se incorpore entre comidas, por ejemplo, entre desayuno y almuerzo: dos o tres vasos, para evitar la deshidratación que produce el alcohol», sostiene Juan Catalán, en alusión a que el alcohol es diurético, lo que significa que promueve la pérdida de líquidos a través de la orina.  

Cabe recordar que el agua es esencial para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Además de mantenernos hidratados, el agua puede ayudarnos a disfrutar de bebidas alcohólicas de manera más responsable. Te aconsejamos llevar contigo una botella de agua y que ésta te acompañe en cada fonda.

¡Ojo con la sal!

Uno de los principales desafíos de mantener una alimentación equilibrada durante las fiestas es la alta cantidad de sal que se encuentra en muchos platillos tradicionales: aperitivos, carnes, salsas y acompañamientos. Sea 18 de septiembre, 5 de enero o 24 de mayo, en la fecha que sea, debemos mantener a raya el consumo de sal, pues su nivel excesivo de sodio puede llevar a la retención de líquidos y aumentar la presión arterial, lo que puede acarrear problemas de salud mayores.  

Un consejo de nuestro nutricionista: cocinar sin sal. «Es preferible poner la sal después de la preparación, y al momento de servir y probar, agregar sal solamente si se siente que falta». También se puede cocinar con especias y condimentos como merkén, orégano, cochayuyo molido y otros, en reemplazo de la sal común. 

En resumen, celebrar las Fiestas Patrias no significa sacrificar una alimentación balanceada y una hidratación adecuada. Con un poco de planificación y moderación, puedes disfrutar de la comida y las bebidas típicas de esta festividad con la salud por delante. ¡Felices fiestas, y viva Chile!