







Con más de 300 asistentes, entre autoridades, académicos, dirigentes sociales, migrantes y empresarios, se realizó en el Estadio Juan Antonio Ríos, comuna de Independencia, el primer Encuentro 3xi sobre Migraciones, una de las polarizaciones más profundas que atraviesa el país.
La instancia fue convocada desde la sociedad civil con el objetivo de abrir un espacio de diálogo amplio y transversal entre chilenos y migrantes, en un contexto donde la percepción pública muestra altos niveles de desconfianza y prejuicio: un 68% de la población cree que la migración es un problema, mientras solo un 12% la valora como un aporte, de acuerdo con el reciente estudio realizado por la Corporación 3xi y Criteria.
Durante la jornada, los asistentes participaron en grupos de conversación de pares improbables que permitieron contrastar visiones, escuchar experiencias y, sobre todo, buscar caminos de entendimiento.
“Es importante distinguir el desafío que plantea la migración a las políticas públicas, del espacio en que las personas nos relacionamos sea como chilenos o migrantes. En el día a día, la convivencia entre chilenos y migrantes funciona, aunque haya roces naturales relacionados con las costumbres y el desconocimiento mutuo. Eso nos abre una enorme oportunidad: pasar del prejuicio al encuentro, de la desconfianza a la colaboración”, señaló Camilo Herrera, director ejecutivo de 3xi.
Diálogos y voces de la migración
La jornada permitió reconocer que la migración no es un episodio transitorio, sino un factor del presente y del futuro del país. Esta idea estuvo presente en las distintas intervenciones que se realizaron en el bloque de la mañana, en las que se abordó la necesidad de contar con marcos que permitan regular la migración al país, normar de mejor manera los flujos migratorios y promover las oportunidades disponibles para generar una mejor convivencia, basada en la confianza y el respeto mutuo.
Al abrir el diálogo, el alcalde de Independencia, Agustín Iglesias, anfitrión del evento, advirtió que uno de los desafíos más importantes en una comuna con un 44% de migración es la saturación de los servicios públicos, lo que no tiene un correlato en la velocidad del Estado para enfrentarla. Por lo mismo, añadió que “me complican mitos como que a los migrantes les regalan casa, que tienen preferencia en los Cesfam, en los colegios, cosas que yo sé que no son ciertas y que contribuyen a subirle la llama a una olla de presión, y cuánto aguanta esa presión es lo que me preocupa”, advirtió.
No obstante, dijo que la oportunidad para enfrentarlo está en niños y jóvenes “que están creciendo con la migración como algo que no es ajeno, sino como algo que es del día a día. Esa es la oportunidad de bajarle la fuerza a esa llama de la olla a presión antes de que sea muy tarde”.
“Los flujos de movilidad humana son una realidad global que va en aumento día a día. Las crisis y la falta de oportunidades en los países de origen empujan a miles de personas a buscar seguridad y un futuro digno en otros territorios, entre ellos Chile. Muchas personas refugiadas y migrantes han elegido este país como el lugar donde crecer, aportar y desarrollarse, por ello, valoramos estas instancias de diálogo que reúne distintas visiones e ideas que nos permitieron abordar un fenómeno que ya está aquí, y que requiere urgentemente llegar a puntos de encuentro reales, promoviendo la sana convivencia y la inclusión efectiva en los territorios”, comentó la jefa de la Oficina Nacional de ACNUR, Rebeca Cenalmor Rejas.
En un país que enfrenta el desafío de fortalecer la cohesión social, la convocatoria de 3xi mostró que es posible conversar con respeto, mirarse a los ojos y descubrir que la convivencia no solo es viable, sino que también puede ser motor de progreso y esperanza compartida.
Una de las asistentes al encuentro fue la subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao, quien subrayó que estos espacios son fundamentales para articular experiencias y miradas diversas. “Me ha tocado participar en encuentros con distintas temáticas, donde se comparten vivencias y opiniones, y somos capaces de articular una conversación. La idea no es solo reflexionar, sino también proponer hacia el presente y el futuro cómo enfrentar estos temas”.
“En el ámbito de la migración hay muchas opiniones y prejuicios, pero también un fuerte vínculo con la política pública. Por eso es valioso encontrarse desde el Gobierno con lo que piensa la sociedad civil, organizada y no organizada, como parte de un diálogo necesario para mejorar la política pública y enfrentar los desafíos. Cuando desarrollamos iniciativas, debemos tener presente lo que ocurre en los barrios, en los territorios y en las comunas. Hoy estamos en Independencia, una comuna con alta presencia de población migrante, que refleja lo que ocurre también en muchas otras comunas del país”, dijo la autoridad de la SPD.
La abogada Guarequena Gutiérrez, coordinadora del Centro de Atención Integral de la Universidad del Alba y migrante venezolana, destacó la importancia de reconocerse mutuamente, aduciendo que “el vernos unos a otros y reconocernos fue clave en este encuentro, porque no se trata de ellos y nosotros, sino de estar juntos. En Chile, más del 8% de la población es migrante. Puede ser una conversación incómoda para algunos, pero necesaria para avanzar hacia una inclusión sana y para que las políticas públicas respondan a la realidad, y no a la intolerancia”.
La académica afirmó que la seguridad, por ejemplo, es un tema importante asociado a la migración, pero hay que entender que “en la medida que reconozcamos al otro, será más fácil diseñar políticas públicas que mejoren la seguridad, la economía, la inclusión y que derriben mitos, como el falso argumento de que el migrante ‘quita espacios’. Chile debe ser un país diseñado para todos, más allá de las diferencias”.
El encuentro permitió visibilizar experiencias y perspectivas que buscan avanzar hacia una sociedad más inclusiva, diversa y cohesionada, donde la migración sea entendida como una oportunidad y no como una amenaza.