Con un reconocimiento a las y los compañeros que se acogieron a retiro, a quienes cumplieron 10 y 25 años de servicio, y un especial homenaje a Carlos Montano Palma (QEPD), secretario del Liceo San Francisco de Quito que falleciera en abril pasado producto de covid-19, se llevó a cabo una sobria y emotiva ceremonia que conmemoró el día nacional de las y los asistentes de la educación. Esta efeméride se instituyó en 1993 por Decreto 615, al considerar que estas personas también son parte de las comunidades escolares y su labor complementa el trabajo docente.
La actividad, liderada por Asociación de Funcionarios, Administrativos, Paradocentes y Auxiliares de Independencia, AFAPA, contó con la participación del alcalde (S) Fernando Soto, de Manuel Valenzuela y Yasna Sánchez, presidente y secretaria de Federación Nacional de Asistentes de la Educación, AEFEN; autoridades del Departamento de Administración de Educación Municipal, DAEM, la directiva y delegados de AFAPA, junto a las y los directores de los establecimientos públicos de educación, y las.
Fernando Soto destacó el accionar de las y los asistentes de la educación en su día, al señalar que el real significado de la educación en la sociedad radica en que “ningún país del mundo ha logrado el desarrollo, sin pasar por un proceso de reforma potente del sistema educativo en todo ámbito, con los distintos actores de la educación y, particularmente, con el rol del Estado”. Luego añadió que “hay quienes pensamos que la educación pública y de calidad es un derecho de cada ciudadano”.
Por su parte, Elisa Fuentes, presidenta de AFPA, hizo mención a las complejidades vividas durante los últimos dos años, en que como país hemos estado inmersos en la crisis socio-sanitaria desatada a nivel mundial con la pandemia de Covid-19, relevando el apoyo de las autoridades locales. “Hoy solo voy a agradecer a nuestro alcalde, Gonzalo Durán, y a nuestra jefa DAEM, Claudia Carrillo, por su respeto hacia los asistentes de la educación en esta nueva forma de trabajo en pandemia, porque supieron resguardar tanto nuestra salud física como emocional, dando garantías y permanencia laboral desde el comienzo de esta emergencia”.