Tras años marcados por el deterioro, la instalación de rucos y diversas incivilidades, la Municipalidad de Independencia entregó este viernes a la comunidad un nuevo espacio público como parte de su estrategia de revitalización urbana.

En el marco del Día del Patrimonio Social, voluntarios de la Comunidad de Organizaciones Solidarias y efectivos del Regimiento Bellavista del Ejército participaron en una jornada de recuperación que incluyó la plantación de árboles y trabajos de pintura en la muralla del sector.

La actividad también contó con la instalación de juegos de agua para niñas y niños del sector de Pablo Urzúa, quienes disfrutaron de un espacio seguro de recreación en medio de las altas temperaturas.

El punto intervenido, ubicado entre las calles Guanaco e Hinojosa Robles, frente a un establecimiento educacional, había sido foco de preocupación vecinal desde la pandemia, periodo en que se instalaron cerca de siete rucos. Con el tiempo, este lugar se convirtió en un punto crítico asociado a situaciones de riesgo como prostitución, microtráfico y otros delitos.

“El trabajo que estamos realizando en Pablo Urzúa no es solo mejorar un espacio; es devolverles a las familias un lugar que habían perdido por el deterioro y la inseguridad. Estamos recuperando un espacio que le pertenece a la comunidad. Un parque limpio, cuidado y con niños jugando es una señal potente de convivencia y dignidad. Esa es la Independencia que queremos construir: una comuna segura, viva y pensada para su gente”, señaló el alcalde Agustín Iglesias.

El jefe comunal destacó además que “recuperar este sector fue un proceso difícil y coordinado. Retiramos rucos, limpiamos el área y escuchamos a los vecinos. Esto demuestra que, cuando trabajamos juntos, incluso los lugares más dañados pueden volver a florecer”.

Asimismo, agradeció la colaboración del Regimiento Bellavista, la Comunidad de Organizaciones Solidarias y los equipos municipales que participaron en esta intervención.

Para revertir la situación del sector, el municipio impulsó un proyecto integral liderado por la Dideco, Dimap y la Dirección de Seguridad Pública. La primera fase contempló el retiro de rucos, la eliminación del microbasural y la limpieza completa del área. Posteriormente, se llevó a cabo un proceso participativo con vecinos, quienes acordaron retirar el mobiliario de fierro e impulsar nuevas medidas de mejora.

En esa línea, la Dirección de Medio Ambiente instaló aspersores programados para mantener húmedo el terreno, una medida que permitirá mejorar las condiciones del espacio y prevenir nuevas ocupaciones irregulares.