El barrio Maruri fue el escogido para el anuncio de un plan piloto de seguridad integral para Independencia, además de la propuesta de un toque de queda comercial. La alcaldesa Carola Rivero, junto a José Luis Pincheira, nuevo director de Seguridad, y Carabineros recorrieron el barrio para conocer de primera fuente la situación de vecinos y vecinas afectadas.
Recordemos que este barrio ha sido afectado por diversos hechos delictuales, de hecho la semana pasada fue objeto de una intensa intervención policial.
En el lugar, la alcaldesa manifestó que «la situación en el barrio Maruri es inaceptable. No podemos permitir que un barrio que alguna vez fue el hogar de Pablo Neruda llegue a convertirse en un lugar inseguro. Estas acciones buscan devolver la seguridad y paz a nuestra comunidad,» subrayó la alcaldesa Rivero.
El plan piloto anunciado incluye el patrullaje de drones de vigilancia, la instalación de tótems de seguridad y la recuperación de espacios públicos mediante el copamiento institucional. Este plan busca coordinar esfuerzos para revitalizar la zona, con el objetivo de fomentar un barrio gastronómico, una actividad que ha sido especialmente perjudicada por los incidentes recientes.
Junto con esto, la alcaldesa Rivero, propuso implementar un “toque de queda comercial”, medida que busca reducir la actividad nocturna que facilita la ocurrencia de vecinos. Al respecto, la alcaldesa comentó que “queremos pedir a los vecinos que colaboren, pediremos apoyo al comercio para establecer medidas para poner horarios, no puede ser que las barberías, las pollerías, o los abarrotes estén abiertos hasta las 2, 3 de la mañana. Los vecinos y vecinas merecen descansar y trabajar tranquilos al otro día”.
En la cita, se hizo una demostración de cómo funciona el drone de vigilancia que será parte de esta gestión en seguridad. Por último, la alcaldesa hizo un llamado a las autoridades nacionales para que se sumen a estas iniciativas y aseguró que está a la espera de la confirmación de una solicitud de reunión urgente con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y el delegado presidencial.